lunes, 6 de junio de 2016

Pensamiento crítico y comprensión lectora

Uno de los aspectos que más loco puede volver a unos padres es que sus hijos tengan problemas con la comprensión lectora. Para hacernos una idea de lo grave que puede ser tener problemas con un texto sólo hay que pensar que a partir de cierta edad hasta las matemáticas tienen un texto que hay que comprender para poder resolver un problema. Y que todo en el contexto educativo, desde la asignatura más simple para niños de 5 años hasta la última asignatura de un doctorado en astrofísica, está explicado con textos.

Un niño con una capacidad matemática sobresaliente, pero con una capacidad lingüística insuficiente, suspenderá matemáticas porque no entiende los problemas. Esta capacidad lectora deficiente acarreará, antes o después, una dificultad añadida en el resto de asignaturas. Nos podemos consolar con que es bueno en matemáticas o en dibujo o en música, que no importa tanto que no entienda los textos, pero sí que importa.

Hoy vamos a ver dos estrategias que se suelen proponer para mejorar la comprensión lectora y traigo un estudio que las compara. A ver qué encontramos.

Pensar antes, mientras y después de leer


Una de las técnicas que se usan para aumentar la comprensión lectora es la de Pensar antes de leer, pensar mientras se lee, pensar después de leer (en inglés TWA, Think before reading, think While reading, think After reading). Se basa en realizar actividades antes, mientras y después de leer. Se comienza preguntándonos qué vamos a leer, cuál es la intención del autor y qué aprenderemos. Se continua con una lectura activa y al terminar la lectura se repasan las preguntas del principio.

Es una técnica muy conocida en los entrenamientos en técnicas de estudio. Aumenta la atención en la lectura y ayuda a darle estructura a lo que vamos a leer. Además hay mucha bibliografía que avala esta técnica para comprender mejor lo que se lee y para mejorar las notas. Pero debe haber una habilidad lectora previa.

¿Mejora la comprensión lectora? En principio es una habilidad para la atención. Nos focaliza en la lectura y la hace más activa. Pero no hay habilidades reales de comprensión lectora a entrenar. Realmente no se aprende nada nuevo que mejore la comprensión lectora. Se aprende una nueva habilidad para estudiar mejor. ¡Ahí es nada! Pero no cumple con nuestro objetivo.

Aquí un texto en inglés que lo explica más detenidamente. Pero, en resumidas cuentas, no nos vale. Sí vale para mejorar las notas, pero no la comprensión lectora.

Quality Talk


Pues es una técnica interesante, útil y con muy buenos resultados. El funcionamiento es sencillo y es muy similar a una clase participativa. Más que similar, es una clase participativa. Con un protocolo a seguir y poco más que la diferencie de una clase participativa normal.

El profesor propone un tema y se ha de leer un texto. También ofrece la estructura inicial del debate. Los niños tendrán que intervenir y controlar los turnos, ayudados por el profesor. Los temas a proponer son muy generales y se parte desde una pregunta muy global, abstracta y altamente opinable. Para favorecer el diálogo inicial se pueden hacer grupos, aunque se intentará que los niños hagan las aportaciones individualmente.

Propuesto así parece que no ofrece ninguna habilidad de comprensión lectora. Pero hay muchos estudios que vinculan las habilidades sociales y la comprensión lectora y habilidades orales. Y en esta actividad lo que se hace es mejorar la capacidad de argumentar, una habilidad social muy vinculada con las habilidades orales y, por añadidura, con la comprensión lectora.

No deja de ser un método indirecto, pero, como veremos, ofrece buenos resultados sobre la comprensión lectora.

Quality Talk Vs TWA


Bueno, ya hemos visto ambas técnicas. Una dinámica de grupos para el áula y una técnica de estudio. Toca ver cuál funciona.

Para ver cuál técnica era mejor unos investigadores realizaron un estudio para comparar los efectos de recibir entrenamiento de Quality Tak (QT), TWA o una forma mezcla de QT/TWA. Usaron tres grupos de niños de 9-11 años y cada grupo se entrenaba en una de las tres opciones una vez a la semana.

Cuando se pusieron a comprobar los datos vieron que la comprensión lectora mejoró en los grupos de QT y QT/TWA (lo siento por las siglas). Estos niños mejoraban en la capacidad de discutir un texto, elaborar explicaciones y se hacían mejores preguntas sobre los textos que leían. También mejoraron la velocidad de lectura en voz alta. Todo normal si tenemos en cuenta que la habilidad social entrenada tiene muchísimo que ver con todos estos aspectos.

Las conclusiones son sencillas y creo que ya tuvimos un episodio dedicado a lo mismo. Si queremos mejorar la comprensión lectora de un niño tenemos que mejorar sus habilidades comunicativas.

Fuentes:


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