El que suba el cortisol no es completamente malo. Pero que en los días posteriores a un encuentro tengamos malestar debido a la subida del estrés sí nos puede producir mucho más perjuicio que beneficio.
El Experimento
Unos investigadores de EEUU presentaron varias situaciones de ligue potencial a varios participantes. Buscaban las diferencias sociales, demográficas, situacionales e individuales en los niveles de cortisol.
El experimento se basaba en interacciones con posibles parejas de forma no presencial. Los participantes grababan un vídeo para presentarse a las parejas. En otro momento veían un vídeo corto de una posible pareja que, supuestamente, estaba viendo su vídeo anterior. Entonces les decían que se iban a conocer mediante un web-chat que nunca tenía lugar. Al final, los participantes recibían calabazas, aceptación o nada de nada de la posible pareja.
Resultados
Yo hubiera dicho que las calabazas son lo que peor sienta, o la ausencia de feedback, por aquello de la incertidumbre. Pero no. Cualquier respuesta, la que fuera, aumentaba los niveles de cortisol. Los niveles de cortisol no dependían de los resultados.
Sí se encontró aumento en los que veían a la posible pareja como más deseable, a sí mismos como menos deseables y eran hombres.
Así que lo que produce estrés es la propia situación, no las calabazas. Y lo que provoca el malestar en los días posteriores es el aumento del cortisol. Vale que, si hacemos algo de ejercicio extra, el cortisol baja y la experiencia no sería tan perjudicial.
También podríamos pensar que la ansiedad previa al ligue, el malestar que se sufre ante estas situaciones, puede estar provocado por el malestar que se produce en los días posteriores al encuentro por el aumento de cortisol.
Soluciones
Una posible solución para desensibilizarnos al proceso de ligue sería programar actividades para reducir el estrés en los días posteriores y eliminar parte del malestar.
Otra posible solución sería combatir el que no nos veamos deseables. Este razonamiento, el vernos no deseables, puede verse fortalecido al producirse un malestar debido al cortisol tras los encuentros, independientemente de que nos haya sido objetivamente favorable.
Otra solución, más de ciencia ficción, aunque todo llegará, sería la estimulación eléctrica transcraneal. Otro día hablaré de ella, que es una opción cada vez más cierta a la medicación. Pues, con esta estimulación, se podría estimular alguna zona que inhiba las conductas de huida o que module la ansiedad.
Ya hay científicos que han logrado aumentar la memoria en humanos para caras con este tipo de estimulación y numerosos estudios, en animales, que consiguen modular respuestas y actitudes patológicas.
Referencias
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