miércoles, 4 de mayo de 2016

Conciertos anti-estrés

Combatir es el estrés es una de las prioridades de la sociedad actual. Es normal, porque todo se vive de forma que nos desgasta emocionalmente. El trabajo, la familia, la falta de tiempo, las prisas.Incluso hay errores y mitos que empeoran nuestra resistencia al estrés.

Uno de los mitos es que las emociones negativas hay que liberarlas o conducen a traumas y problemas lo más gordos que se nos pueda ocurrir. Lo cierto es que las personas que buscan actividades catárticas, de las de romper platos o terapias del grito, muestran más infelicidad que los que esperan a que se les pase el enfado. Mantienen el enfado y el malestar durante el tiempo que haga falta hasta que puedan romper un plato, gritar, aporrear un saco. Sí que salen más relajados, pero a costa de mantener el nivel de malestar hasta que pueden liberarlo.

El estudio que traigo hoy, aunque el estudio es viejo (marzo 2016), es una prueba de cómo una actividad, que no implica romper platos, puede reducir nuestro estrés.

Unos investigadores de Londres, realizaron un estudio sobre los niveles de hormonas esteroideas, las que influyen positivamente en el estrés, en personas que iban a un concierto. Tomaron muestras antes y después del concierto y encontraron que los niveles de varias de estas hormonas aumentaron. Al parecer ir a un evento cultural influye en nuestro sistema endocrino y ayuda a disminuir el estrés.

La conclusión está clara. Hay que potenciar las salas de conciertos y los pubs con actuaciones en directo por la salud pública. Y por la personal hay que programar un concierto semanal.

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