miércoles, 27 de abril de 2016

Dinero en la palma

Hoy la cosa va de curiosidades del márketing. Curiosidades que pueden ayudar a decidir mejor porque nos inmunizan. O a vender algo mejor, si el cliente no es inmune.

Hoy se hablará del poder oculto de las palmeras en el márketing. ¿Hay un poder oculto en las palmeras?

Primero ¿qué es el márketing? La mercadotecnia o márketing, es el todo lo que ayuda a vender un producto. Desde su color al paquete en el que va envuelto, la publicidad en los buzones, la simpatía del comercial... Todo lo que no es valor real del producto podría ser márketing. El que una escoba barra bien no vende escobas, porque el resto de vendedores usan márketing para llegar al público y distraer la atención del valor real de la escoba, que es que barra sin levantar polvo (como mínimo).

Quiero dejar muy claro que tengo un gran respeto al márketing porque es una parte de la psicología aplicada que exige resultados a los que trabajan en ella (no digo más porque, lo mismo, me cuelgan). Lo que no impide que considere al márketing la psicología del mal, ya que es una ciencia que tiene su objeto en beneficiar a alguien a costa de los demás. Pintada así parece lo peor del mundo, pero sólo es una herramienta que hay que usar para poder atravesar las barreras que pone un cliente para comprar algo nuevo. Que, a veces, nos hace la vida más fácil.

Para empezar hay que convencer de que es necesario, porque, muchas veces, no se sabe que la vida mejorará por tener un objeto que nos libera de un montón de tareas y nos resistimos. O al revés, no es necesario pero se prentende crear la necesidad, aunque sea un producto que usaremos una vez al año o menos.

Para continuar, el porqué este es mejor que el que vale la mitad. Que es mejor que el viejo que ya se tiene. O al revés, convencer de que el más barato es peor o que el viejo es peor. La forma más simple es añadirle estatus al producto y que sea algo que lleve alguien con dinero. Cuando alguien se compra un coche nuevo todos los de su cículo social desean comprarse un coche nuevo, a ser posible más caro que el anterior. Unos se comprarán el más barato añadiendo valor a los razonamientos para su decisión y otros el más caro porque mola más. Y lo caro mola más, siempre.

¿Y cómo hacemos para que algo parezca que vale más, valiendo lo mismo? Bien, en lo que respecta a pisos, añadiendo palmeras.

Unos investigadores israelíes encontraron que cuando una persona valora un vecindario que tiene árboles de hojas alargadas (palmeras), lo considera más caro que si tiene árboles de hojas redondeadas. También encontraron que se veían más seguros y que las casas parecían más caras cuando había palmeras. Aún más si estaban rodeadas de palmeras. Si alguien piensa que es porque allí, en Israel, sólo hay palmeras, que sepa que comprobaron sus datos con gente de más culturas y regiones.

Conclusiones. ¿Quieres alquilar o vender tu piso por más dinero? Planta una maceta con una palmera en el salón, y quita las plantas de hoja redonda. ¿Te parece bonito y barato un piso? ¿Tenía palmeras cerca?

No hay comentarios:

Publicar un comentario